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jueves, noviembre 02, 2006

DESASTRE ANUNCIADO

Recientemente Al Gore presentó en la televisión en Inglaterra, un documental de predicciones en cuanto a los desastres que se producirían en el planeta por causa del calentamiento global. Por otra parte, el Primer Ministro Tony Blair, públicamente destacó informes científicos en los cuales se augura que los desastres apocalípticos que se describen como causas de este calentamiento, están más cerca de lo que imaginamos.
De estos informes, se desprende que esta catástrofe será no más allá de los próximos cincuenta años.
La pregunta lógica para todos es, ¿quién detiene lo inevitable?.
El Protocolo de Kyoto fue una de las primeras acciones en conjunto de las naciones en intentar bajar las emisiones gaseosas contaminantes; este acuerdo redactado el año1997 y que entró en vigor el año 2005, fue firmado por la mayoría de los países, sin embargo el más contaminante de todos no lo hizo, Estados Unidos.
Creo que Inglaterra está haciendo su parte concientizando a través de un marketing agresivo, de manera de llamar la atención mundial con respecto a esto, ¡ bravo por ellos!. Finalmente siguen siendo nuestros padres los países desarrollados, y siguen alzando la bandera de lucha en cuanto a temas que a todos nos involucran. Me alegro profundamente que se hayan por fin empezado a mover maquinarias mundiales de publicidad atacando dura y fríamente este tema.
Básicamente me preocupan mis hijos y mis nietos, quienes padecerán por nuestras falencias y egoísmos propios, por seguir en esta espiral que tiene a la mayoría de los países sometidos a economías agresivas y destructivas. No hay recursos para investigación, o bien los recursos son entregados por grandes conglomerados que algo de ello sacan, generalmente grandes ganancias. Es un círculo vicioso, en cuanto aparece algún invento que pueda provocar alguna economía y no un gasto, es rápidamente desechada. Lo que hoy no produce dinero no sirve.
Estamos a un paso de un abismante futuro, cualquier lectura de profeta, como quiera este se llame, quedará chica en nuestra imaginación con lo que entregaremos a nuestros descendientes. Lamentablemente, volvemos al grano de arena, sólo puedo contribuir en escribirlo, a reciclar mi propia basura, apagar las luces, estacionar el auto y caminar bastante. Es poco, pero me ayuda a sentir bien y consecuente.
Todos en algo podemos cooperar ahorrando energía.
Puedo entonces mirar a mis hijos a los ojos y enseñarles como sobrevivir a un desastre.

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