UN CUENTO CHINO
A propósito de cine, he vuelto a recordar y recomendar la película " Un cuento chino" del cineasta argentino Sebastián Borensztein, magistralmente interpretada por Ricardo Darin e Ignacio Huang.
Digo, cada vez que la recomiendo, que es redondita, con un enorme contenido para conversar por horas y aún más.
La he visto varias veces, con familia y amigos, sólo para observar la reacción de cada espectador a este cuento.
De manera maravillosa y fácil, dentro del absurdo, se va desarrollando una historia que deja visibles los sentimientos, sensaciones, rabias, autoengaños, anhelos y miedos más profundos del ser humano.
A veces, cuando la situación lo amerita y no hay entendimiento, se presenta el amor en destellos, llamo a mi hija Eroto, y se produce entonces una complicidad extrema a los ojos del mundo.
Eroto es mi amor, reflejado en la pantalla. Cuenta, piensa, escudriña, y tiene un miedo espantoso a relacionarse para no ser dañado. Apenas sonríe.
La singularidad se presenta en cuanto se produce un encuentro dentro de una soledad tremenda, y este encuentro en realidad es sin palabras, o bien sin entendimiento, como toda relación, enseña a hacer un esfuerzo para lograr la comunicación requerida. Estar en el momento preciso, en el justo momento en donde el segundo pasa a ser cuestión de eternidad.
Aprendamos de esta cinta, a triangular los sentidos en diferentes direcciones, en donde el tiempo es el eje central y donde cada cual está donde se supone debería estar.
Nos refleja a cada uno, y Eroto...... Apenas sonríe.......
Premiada en Roma y España..
Premiada por quienes la hemos disfrutado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario